Ventajas de la fabricación de termoplásticos
El principal objetivo de Blackfabric es ofrecer una opción innovadora en un mercado que trabaja principalmente con termoestable. En el sector de los composites, las resinas termoestables se han establecido como la principal opción de matriz polimérica. Sin embargo, debido a la emergencia climática, el sector de los composites está evolucionando hacia soluciones termoplásticas, con un gran potencial de crecimiento en sectores como el automotriz y el aeronáutico. Blackfabric diseña, produce y distribuye composites termoplásticos reforzados con fibra continua (FRTC), una opción sostenible que se diferencia de los composites convencionales basados en termoestables no reciclables.
Las matrices termoplásticas son polímeros plásticos que pueden moldearse a ciertas altas temperaturas y se solidifican una vez enfriadas. Sin embargo, pueden ser recalentadas, recicladas y remodeladas infinitamente. Esta propiedad es lo que las hace reparables e incluso reciclables. Por otro lado, las resinas termoestables son polímeros infusibles e insolubles, que se consolidan mediante un proceso de curado de la resina a través de un cambio químico no reversible, mientras que los composites termoplásticos se solidifican a través de un proceso de curado térmico reversible.
Los composites termoplásticos tienen innumerables aplicaciones, aunque están limitados en aplicaciones a altas temperaturas. Se utilizan en muchos sectores como el automovilístico y el transporte por carretera, la industria aeroespacial, el transporte marítimo y la construcción naval, vehículos ferroviarios e infraestructuras, artículos deportivos, medicina y prótesis, construcción e ingeniería civil, defensa y seguridad, diseño y mobiliario, y más. Puedes encontrar compuestos termoplásticos en turbinas eólicas, un stick de hockey, la carcasa de tu ordenador, el salpicadero de tu coche, tu casco de motocicleta, los asientos de avión, coches de carreras, monopatines, en la bicicleta, en las prótesis…
En Blackfabric apostamos por la solución innovadora y sostenible, fomentando la economía circular, diseñando tejidos y productos pensando en el final de su vida útil, intentando cerrar el ciclo y buscando nuevos productos con fibras de carbono recicladas. El cambio es muy necesario para el sector; el planeta lo necesita. Inés Maestre, Ingeniera Textil en Blackfabric.
Una de las principales ventajas de trabajar con materiales termoplásticos es su alta resistencia al impacto, en comparación con la fragilidad de los termoestables. Ofrecen un acabado estético de alta calidad, evitando la porosidad y la falta de resina, logrando uniformidad en toda la pieza. Además, tienen buena adherencia a metales, buena aislación eléctrica y resistencia a productos químicos y detergentes.
Los termoplásticos destacan por su vida útil ilimitada o prolongada. Por el contrario, los termoestables tienen una vida de almacenamiento limitada antes de su curado debido a la presencia de enlaces químicos cruzados en su estructura molecular, los cuales se ven afectados por condiciones ambientales como la humedad y la temperatura, por lo tanto, necesitan almacenarse adecuadamente en un ambiente seco y criogénico.
Por otro lado, los termoplásticos tienen un tiempo de procesamiento más corto y son adecuados para la producción a gran escala, mientras que los termoestables requieren un tiempo de curado prolongado. Además, los termoplásticos tienen un costo de fabricación más bajo, porque pueden producirse con procesos de estampado o termoformado más cortos, reduciendo tiempos y evitando procesos manuales de limado y pulido de restos de resina.
Blackfabric ofrece preimpregnados termoplásticos de alta conformabilidad que son muy fáciles de manipular, cortar y que se adaptan perfectamente a todas las geometrías.
Además, los termoplásticos pueden transportarse en condiciones normales sin necesidad de utilizar un vehículo especial con un ambiente seco y criogénico. Mientras que los termoestables requieren un transporte adecuado para evitar un curado prematuro.
Los termoplásticos pueden remoldearse una vez calentados, y al enfriarse recuperan su estructura rígida. Por lo tanto, son reciclables. Sin embargo, los termoestables cambian permanentemente y adquieren una nueva configuración una vez expuestos al calor, por lo tanto, no son reciclables.